Como sabes, desde que se inventara el frigorífico y el congelador, los alimentos han pasado de ser perecederos en cuestión de horas a aguantar muchos días sin deteriorarse en dichos lugares pero, como ocurre con todo, hay alimentos que pueden aguantar más y otros que aguantan menos.
Hoy no vamos a comentarte acerca de esos detalles porque lo dejaremos para otro artículo pero sí que queremos hablarte de esos alimentos que uno puede pensar que no pasa nada por congelarlos y la realidad es otra porque resulta que sí que pasa. De hecho, de todos los alimentos que tenemos en el mundo, hay algunos que no están indicados para su congelación. ¿Quieres saber cuáles son?
Alimentos que no se pueden congelar
Entre esos alimentos están:
- Vegetales tales como apio, pepino, pimientos, lechuga, etc. Son alimentos que pierden el sabor en el congelador aunque no lo notes. También pierde su color y su frescura.
- Arroz o pasta. No son nada recomendables porque, a la hora de descongelarlo, vas a tener una textura como si te estuvieras comiendo un chicle así que mejor la haces fresca.
- Queso. El queso descongelado, aparte de estar húmedo, también se desmenuza mucho más rápido y encima no te va a saber bien. Por eso es que el queso normal (no nos referimos al de lonchas o al queso en tiras), no es bueno que lo metas en el congelador.
- Huevos. Ya sabemos que no suele ser lo más habitual poner un huevo en el congelador pero, por si te has preguntado si se puede, te diremos que no, no se puede, y además es que vas a tener que limpiar el congelador porque acabará estallando. Si el huevo está cocido, en el congelador, se volverá algo incomible.
- Especias. Primero puedes dejarlas fuera sin problema. Si las congelas, no te sabrán a lo que deben sino que te resultarán amargas.
Como ves, esta clase de alimentos no son recomendables de congelar. Aún así, los que sí lo son como pescado, carne, sopas, etc. han de tener una serie de requisitos y de “formalidades” para hacerlo bien ya que, si no se envasan de manera correcta, el alimento puede deteriorarse y no aportar lo que aporta estando fresco o bien congelado y envasado.
En caso de duda, te recomendamos que no lo metas en el congelador para que no desperdicies el alimento.